El misionero es una excelente posición cuando la mujer está arriba
Para muchas personas el sexo es una costumbre y les gusta hacerlo de la manera tradicional, y es que a pesar de que existen múltiples posiciones sexuales y formas de hacer el amor, hay una que es básica y que suele tener algo especial que la hace ser la más aclamada por todos. Es la posición del misionero, una posición sexual que tiene como ventaja que pone a los dos amantes frente a frente y de esta manera se logra una mayor conexión e intimidad, llegando a alcanzar niveles de emoción y de orgasmos que son extremadamente altos y genera una pasión que es bien apreciada por los que lo practican.
La posición del misionero nunca pasa de moda, y evidencia de esto es que en casi el cien por ciento de los encuentros sexuales de hoy en día esta es una posición que nunca falta. Todos adoran la posición del misionero, aunque hay variaciones dentro de este que siempre vienen bien para agregar un poco más de emoción, como intercambiar las posiciones entre el hombre y la mujer, estando la chica encima y controlando el movimiento y la frecuencia, de manera que se logra una mayor excitación y además es una imagen sumamente erótica.
A los hombres les gusta la posición del misionero porque les otorga dominio y autoridad, alimentando su ego e incluso el machismo, y es que el hombre arriba es como una imposición que ellos tienen para sentir que disfrutan más, pero lo cierto es que cuando dejan atrás estas creencias y permiten a la chica posarse encima de ellos descubren que vale la pena ceder el control si lo que se obtiene es un sexo tan placentero. Para el hombre el misionero es una excelente posición cuando la mujer está arriba, ya ellos solo tienen que relajarse y disfrutar de que la chica con sus caderas los consienta con los mejores movimientos que mejoren la penetración. Es una manera de alcanzar mayores orgasmos, ya que los hombres no tienen que esforzarse y además tienen excelente vista que apreciar mientras reciben el placer que desean, por lo que actualmente se está convirtiendo una de las posiciones favoritas entre los hombres de todas partes del mundo.
Cada vez son más los fanáticos del misionero con la mujer encima, una nueva forma de hacer el amor que brinda sensaciones de locura que satisfacen a cualquiera. Cuando un hombre mira como su chica invierte posiciones y asume el control de la situación, puede sentir una pequeña incomodidad al principio, pero poco a poco se irá acostumbrando y descubrirá que es una mejor manera de disfrutar del acto sexual y salir de lo tradicional.